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A pesar de que durante la tarde cayó una auténtica tormenta de verano, con gran cantidad de agua, y viento, no íbamos a dejar de plantar nuestros aparatos en el paseo de la playa de Gandía. Así que, después de una serie de llamadas para confirmar, esperamos que llegara la hora programada, y realizamos la primera de las dos plantadas de telescopios previstas para este verano.
La idea era… cenar, y plantar los telescopios, pero como casi siempre, empezamos por la plantada, y de repente nos encontramos rodeados de una multitud curiosa de niños y mayores, que apenas nos dejaron terminar de poner en estación el material. Las colas llegaron a ser monumentales,. Sólo faltaban esos cartelitos que indican el tiempo aproximado que tienes que esperar desde donde te encuentras, , hasta llegar al objetivo final. Y por supuesto, la cena tuvo que realizarse prácticamente por turnos, porque era imposible despistarse ni un solo momento. Hasta la Televisión de Gandía se acercó por allí, con sus cámaras, y tuvo que esperar un rato, porque era imposible atenderlos.
El cielo no estaba muy por la labor, y apenas nos dejó una hora de tranquilidad, porque ls nubes comenzaron a hacerse cada vez mas fuertes y grandes, hasta que hacia las 11, apenas una hora después de comenzado el evento, tuvimos que recoger los trastos, porque, por una parte, estaba ya totalmente nublado, y por otra, se levantó un viento bastante molesto y fuerte, que nos hizo guardar todo el material a la carrera.
Así
que aprovechamos para tomarnos un helado, (alguien se pidió una infusión
calentita) y dar por acabada la primera observación popular que se realizaba
en Gandía, en pleno paseo, observando la Luna y Júpiter, a través
de las farolas de iluminación pública.