SAGITARIO: Una tetera llena de objetos messier

Por Javier Peña
Coordinador de la sección de Cielo Profundo

Sagitario es una de las constelaciones más representativas y vistosas del verano. Sagitario, el noveno signo zodiacal, puede ser observado en el horizonte sur en su posición más elevada (entre los 20 y los 25 grados a medianoche) durante las calurosas noches de julio y agosto.

Intentar ver a Sagitario como un arquero, medio hombre medio caballo, es realmente difícil so pena que se disponga de una imaginación desbordante. Mucho menos romántica pero más práctica es su comparación con una tetera con mango y con una borla encima. Señala el centro de la Vía Láctea, donde nuestra galaxia es más gruesa y luminosa. Por eso no es de extrañar que aquí encontremos abundantes cúmulos de estrellas y nebulosas.

Los moradores de la India de hace tres mil años, identificaban está constelación con un caballo. Los babilonios con Nergal, rey de la guerra; los chinos con un tigre y los árabes con una manada de avestruces. En la mitología clásica (es decir, en la griega) Sagitario era un centauro, mitad caballo y mitad hombre. Según cuenta la historia, Ixión (que en un arrebato de ira mató a su suegro) quiso seducir a la esposa de Zeus, Hera. Cuando éste se enteró, puso una trampa al lascivo, creando una nube que se parecía a su esposa. Ixión se apareó con la nube (vaya, vaya...) y de esta unión nacieron los pendencieros centauros (¿y quien dice que los griegos no tenían imaginación?). Uno de estos híbridos está representado por Sagitario.

Pero en el firmamento hay dos constelaciones que representa la misma figura mitológica. El otro centauro fue Quirón, hijo de Cronos y la ninfa Fílira. A diferencia de Sagitario, uno de los centauros peleones, hijo de Ixión y la nubecita, Quirón era amable y culto. Una flecha envenenada y mal dirigida, lanzada por Hércules, se clavó en su rodilla. Dado que Quirón era inmortal, su dolor se prolongaría enternamente, por eso los dioses le elevaron al cielo. Desde entonces se le puede ver en la constelación de Centaurus (muy meridional para nuestras latitudes).

Como ya he comentado unas líneas arriba, Sagitario apunta directamente hacia el centro de nuestra galaxia. Circunstancia que conlleva una riqueza en objetos de cielo profundo, de hecho, es la constelación con más objetos Messier, quince concretamente. Cuatro cúmulos abiertos, siete globulares, tres nebulosas y un asterismo forman la familia Messier. Aquí describiremos cada uno de ellos, pero también añadiré algunos objetos que aunque sencillos requieren de cierta práctica. No te asustes, y si las noches lo permiten ¡al ataque!

Iniciaremos nuestra andadura por la zona más oriental y nos iremos moviendo hacia el este, eso es, en dirección contraria al movimiento aparente de la bóveda celeste. El primer objeto con que nos topamos es M23 (NGC 6494), un cúmulo abierto que se encuentra solitario al noroeste de la constelación. Sin embargo, gracias a su gran tamaño este cúmulo es accesible con prismáticos, ofreciendo al aficionado una vista impresionante. Está formado por unos 120 componentes que abarcan un área de 30 minutos, y que brilla con una magnitud media de 7. Descubierto por Messier en 1764, hoy se estima su tamaño en 5 parsecs (es decir, algo más de 16 años luz). Su distancia es mucho mayor, 660 parsecs.

Una bella toma de M8 y M20, la Nebulosa de la Laguna y la Nebulosa Trífida respectivamente. Una hermosa fotografía de las dos nubes más vistosas de Sagitario.

 

Deslizándonos 4º al Sur, en dirección hacia Gamma (g) Sgr, el pitorro de la tetera por donde sale el preciado líquido, nos encontraremos con una hermosa y fascinante nebulosa M20 (NGC 6514) descubierta en 1750 por Le Gentil. Conocida más popularmente como Nebulosa Trífida debido a tres franjas de nubes oscuras que la dividen, se trata de una nebulosa de emisión visible con prismáticos, si bien para apreciar sus características bandas oscuras precisaremos de un telescopio de 200 mm de abertura como mínimo. No obstante ten en cuenta que su auténtica belleza solo es posible observarse por medio de la fotografía. Mira la estrella doble que hay en su interior, de magnitudes 7 y 8, y conocida como HN 40. Ambas deben su existencia a la nebulosa. Su distancia se estima en 2300 años luz (700 parsecs).

Muy cerca de Trífida, a sólo 45' (una Luna y media) al norte y algo desplazado hacia el oeste, no encontramos con un pequeño pero interesante cúmulo abierto, M21 (NGC 6531) situado a 4.250 años luz. Este racimo estelar está formado por medio centenar de estrellas con una magnitud media de 7 en un área de 12’. Contiene varias estrellas con magnitudes comprendidas entre la 8ª y la 12ª, y aunque es asequible a unos prismáticos, su esplendor resaltara con un pequeño telescopio a bajos aumentos.

Grado y medio al sureste de M20 se nos presenta la nebulosa más popular y apreciada de Sagitario, M8 (NGC 6523). Conocida como la Nebulosa de la Laguna, es una espectacular nube de emisión mucho mayor que la cercana Trífida. Cubre un área de 60' x 35', y está situada sobre una de las regiones más ricas del firmamento, aún así en noches muy oscuras se la puede ver a simple vista 4,7º al oeste, y ligeramente al norte de la estrella lambda (l) Sgr. Con unos prismáticos podemos distinguir el cúmulo abierto NGC 6530 que se encuentra inmerso dentro de la nebulosa y que está compuesto por unas 25 estrellas. Con la ayuda de un telescopio observaremos que la Nebulosa de la Laguna está dividida en dos secciones, separadas por una banda oscura e irregular. Su distancia se stima en 4.850 años luz

Partiendo de nuevo de M23 y en dirección ligeramente noreste, nos encontramos a unos 5º a M24. Es una zona densa de la propia Vía Láctea y no un objeto de cielo profundo propiamente dicho, Junto a M40 y M73 (en la Osa Mayor y Acuario respectivamente) forman los tres asterismos que Messier confundió con objetos no estelares. De hecho, M24 no está catalogado en el New General Cataloge, el archiconocido NGC. No obstante, si deseas echar un vistazo utiliza unos prismáticos ya que su enorme diámetro, 120’x40' lo hace muy accesible a pequeños y luminosos instrumentos ópticos. Hay algunos autores que consideran que M24 es un débil cúmulo abierto catalogado como NGC 6603 de magnitud 11 y que contiene unas 50 estrellas de magnitud 14 y más débiles. Utiliza un telescopio de al menos 150mm y grandes aumentos para ver este cúmulo de sólo 4' de diámetro envuelto en una debilísima nebulosidad.

Algo más de 1º al sureste de M24 nos encontramos con NGC 6567 es un objeto interesante para los que disponen de telescopios medianos. Se trata de una nebulosa planetaria de magnitud 11,5 y once segundos de arco por siete de diámetro. No es nada fácil localizarla debido a que se encuentra en medio de un rico campo de estrellas. Te aconsejo que cuando creas tenerla en el campo, utilices el todopoderoso filtro OIII (Oxigeno III). ¡La nebulosa destacará por encima de cualquier otro punto estelar! ¿Tienes un telescopio de 250 mm? Si es así intenta ver la estrella central de la nebulosa, es de magnitud 15.

Moviéndonos hacia sureste unos 3,5º desde M24, encontramos otro de los muchos cúmulos abiertos existentes en la zona descubierto en 1746 por Chéseaus, M25 (IC 4725) situado a 2060 años luz. Este racimo contiene unas 80 estrellas dentro de un campo de 35'. Entre éstas se incluye la variable cefeida U Sagittarii, la cual su magnitud oscila entre la 6,3 y 7,1 en un periodo de 6,745. Una bonita variable para seguirla este verano. Utiliza prismáticos o pocos aumentos en un telescopio para recrearte con este bello oasis.

Ahora nos dirigimos hacia el norte y al oeste, en dirección de la constelación de Serpens. A unos 3,5º de M 25 hallamos otro cúmulo abierto, M18 (NGC 6613) a unos 4.900 años luz de nosotros. Formado por unas 18 estrellas abarca 7' de diámetro con una magnitud global de 8. Es visible con prismáticos, incluso mejor que con telescopio ya que su poca concentración le resta belleza.

Un grado al norte de M18, observamos otra nube, M17 (NGC 6618) más conocida como Nebulosa Omega o Herradura y que fue descubierta por Chéseaux en 1746. Es una de las nebulosas de emisión más brillantes y fáciles de observar incluso con prismáticos en los límites con la constelación de Serpens. Las estimaciones más recientes la sitúan a 1.800 parsecs (5870 años luz).

Partiendo en esta ocasión de la estrella de 3ª magnitud, Kaus Borealis (l Sgr), que representa la borla situada sobre la tapa de la tetera, nos encontramos con el mayor espectáculo de Sagitario. M22 (NGC 6656) es uno de los más bellos cúmulos globulares situado a 7.800 años luz. Grande, brillante y elíptico (18' de diámetro y 6,5 de magnitud), este cúmulo rivaliza con el de Hércules, incluso algunos insinúan que es más bello que el mismísimo M13, siendo solo superado por w (omega) Centaurii y 47 Tucanae, ambos del hemisferio sur. Contiene entre medio millón y un millón de estrellas situadas a 10.000 años luz. Aunque muy accesible

os prismáticos, será con un telescopio de al menos 100 mm el que nos dará las mejores imágenes de este bello racimo, pudiéndose resolver en estrellas. Observa como las más brillantes son rojas. Es my fácil de localizar, está a sólo 2,5º al noreste de Kaus Borealis (l Sgr).

M28 (NGC 6626) es otro cúmulo globular situado muy cerca de M22, exactamente a unos 3º al oeste. Aunque es un bonito cúmulo, el hecho de ser tres veces más pequeño (6') y menos brillante, hace que desluzca en comparación de M22. Pero no te dejes llevar por las comparaciones ya que su distancia es tremenda, ¡19.000 años luz!. Trata de sacar el mayor partido a este racimo cuyos componentes pueden ser resueltos si los vemos a través de un telescopio de 115 mm.

Situada en el vértice de un triángulo formado por M22 y M28, se halla NGC 6629, una nebulosa planetaria. Su tamaño aparente es de 16"x14" y su magnitud es de la 10ª. Dada su posición, en línea con el centro de nuestra galaxia, y por tanto en un rico campo de estrellas, dificulta bastante su observación. Mi recomendación: utiliza el filtro del OIII.

Cinco cúmulos globulares conviven dentro de la misma tetera: M69 (NGC 6637) se encuentra a 2,5º al noreste de la estrella de 2ª magnitud, Kaus Australis (Epsilon Sagitarii). Este diminuto cúmulo, de sólo 4', fue descubierto por Lacaille en 1751. Su distancia es de 23.500 años luz.

En el extremo oriental de la base de un triángulo equilátero se halla M70 (NGC 6681). En el otro extremo se halla Kaus Australi, y en el vértice superior, M69. Se trata de otro pequeño cúmulo de características muy parecidas a M69, tanto en tamaño como en brillo. Su distancia sin embargo, es muchísima mayor: 63.000 años luz.
A casi 2º al suroeste de M70 se halla un pequeño cúmulo NGC 6652 de 3,5' de diámetro y 9ª magnitud.
Unos 2º al oeste de la estrella de 3ª magnitud Zeta (z) Sagitarii, también conocida como Ascella se halla el tercer cúmulo, M54 (NGC 6715). Con una magnitud de 9 y un diámetro de sólo 6', se encuentra a la distancia de 49.000 años luz. Es bastante difícil de resolver sus estrellas.

El cuarto cúmulo es NGC 6624, 47' al sureste de Kaus Media (Delta Sagitarii). Ligeramente más pequeño, 3' de diámetro y algo más débil.

Espectacular fotografía de M20, la Laguna, en blanco y negro.

 

Lejos, al este de la constelación, existen dos cúmulos más. M55 (NGC 6809) es un globular visible con prismáticos como una simple manchita de luz. Descubierto en 1751, este racimo estelar se halla a 20.000 años luz. Su diámetro aparente es de 15', se trata por tanto de un cúmulo grande y brillante, aunque poco concentrado. Conviene observarlo con no muchos aumentos. Su localización no es fácil puesto que se encuentra en una zona donde no hay estrellas brillantes que sirvan de referencia. Para encontrarlo traza una línea imaginaria desde la estrella Teta (j) hasta Iota (i). Más o menos a mitad de camino se halla el cúmulo.

El último objeto Messier, perteneciente a Sagitario se encuentra más la norte que M55, muy cerca de la eclíptica (línea imaginaria por donde se mueve el Sol a lo largo del año) y justo en el límite con la constelación de Capricornio. Me estoy refiriendo claro está a M75 (NGC 6864). Descubierto en 1780 por Méchain, este cúmulo globular de sólo 3' de diámetro, se halla a 78.000 años luz. Es el último de los cúmulos brillantes de Sagitario, y es más o menos muy parecido a los cuatro globulares Messier que hay dentro de la tetera y que ya he descrito más arriba.

Sagitario esconde uno de los secretos más atractivos, aunque ciertamente más por la curiosidad que por su belleza. Se trata de una inusual pareja formada por la escurridiza galaxia NGC 6822, conocida como la Galaxia de Barnard (lleva el nombre de su descubridor) y una pequeñísima nebulosa planetaria verde azulada catalogada como NGC 6818. Ambas están situadas en el noreste de la constelación, muy cerca de las estrellas 54 y 55 Sgr. La galaxia tiene una magnitud estimada de 9, pero dado que su luz se ve dispersada a lo largo de un área de 20’x11', su brillo superficial disminuye considerablemente. Cuando en una de esas oscuras y transparentes noches, de las que no estamos muy acostumbrados últimamente, la estás observando con un ocular de gran campo, no puedes por menos que sentirte gozoso de poder ver a una compañera, miembro del Grupo Local a la que pertenece la Vía Láctea.

La planetaria tiene una medida de tan sólo 22"x15" y brilla con una magnitud de 10. Aparentemente pasa por una estrella si no fuera por su diminuto disco de aspecto algo verdoso.