El curioso eclipse total de 1912

Por Angel Ferrer. Coordinador seccion planetaria.

Aprovechando la resaca del eclipse que hemos vivido este verano del 99, me ha parecido interesante recordar un eclipse que sucedió en una estrecha franja de la Península Ibérica a principios de siglo. La astronomía aficionada estaba empezando. Los recursos técnicos que contaban en aquella época eran muy diferentes a los de ahora. El eclipse de 1912 era muy peculiar. Era de los llamados anular-total. La zona de la totalidad era una franja muy estrecha de pocos metros y la duración de escasos segundos. Además el sitio tienen unas condiciones meteorológicas bastante malas. Y sin embargo se aventuraron a ir a observarlo. Describimos las incertidumbres previas al eclipse y analizaremos los resultados obtenidos. Haremos especial referencia a las cuestiones técnicas de localización de la centralidad y a las “cusiosidades” del eclipse.

En el siglo pasado, se vieron tres eclipses totales en España. Los tres fueron a principios de siglo y sin duda el más curioso y raro sucedió el día 17 de abril de 1912. (Fig.1)

Fig. 1 Esta son las sombras de los tres eclipse totales de Sol que se vieron desde España en el siglo XIX

 

El primer eclipse del siglo XX, tuvo lugar el día 28 de Mayo de 1900. La sombra de la Luna atravesó la península. Comenzó por el Sur de Oporto, pasando a la altura de Ciudad Real, para salir aproximadamente por Alicante. La totalidad duró poco, unos 80 segundos y la zona de totalidad tuvo una anchura de unos 70 km. Muchos observadores se desplazaron a Elche donde disfrutaron de un excelente tiempo.

El siguiente, tuvo lugar el 30 de agosto de 1905. Empezó en una franja entre A Coruña y Santander, pasó por Zaragoza para salir de la península un poco al Norte de Valencia. La duración fue de 3 minutos. La franja de totalidad tuvo una anchura de 200 km. Fueron dos eclipses totales que atravesaron de parte a parte la península Ibérica. Lo vieron numerosos observadores, obteniendo datos importantes de la corona, y de las posiciones de los dos astros.

El siguiente eclipse tendrá lugar unos años más tarde, en 1912. Fue objeto de varios artículos en la prensa especializada de la época. El eclipse era peculiar por varios motivos: su brevedad, de unos pocos segundos; la franja de totalidad, de unos pocos cientos de metros o a los sumo unos pocos kilómetros y por ser uno de los raros eclipses llamados mixtos o también anular-total. Para más originalidad, la zona de totalidad se situaba en el mar excepto una pequeña zona de tierra, justo la situada en España.

Si recordamos un poco, en esos años se produjeron numerosos avances técnicos: era el comienzo de la aviación, de los automóviles, de las comunicaciones por radio, las aplicaciones de la corriente eléctrica como iluminación, motores, etc.

En aquella época de principios de siglo, la situación astronómica en España estaba en sus inicios. El 31 de diciembre de 1900, el Sr. Manuel Olió convocaba a sus amigos y aficionados a la astronomía en un centro cultural con la finalidad de promover una Sociedad Astronómica. El Sr. Olió era miembro de la Sociedad Astronómica de Francia que ya contaba con cerca de 3000 socios. Se redactaron los estatutos pero la idea fue muy despacio. El impulso definitivo se debió al Excmo. Sr. D. Camilo Fabra y Fontanills, primer marques de Alella que hizo una generosa aportación a la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona destinada a la fundación de un observatorio astronómico. El director del Observatorio no fue ni más ni menos que el astrónomo D. José Comas Solá. La labor realizada por Comas Solá en el observatorio de Fabra fue valiosísima: introdujo la fotografía en la astronomía, descubrió una docena de asteroides, predijo que Titán poseía atmósfera, etc. Con esto ya tenemos los ingredientes para la creación de la Sociedad Astronómica de España, que tuvo lugar el día 12 de Febrero de 1911. La sesión de constitución tuvo lugar en el Ateneo Barcelonés, a las once y cuarto. El presidente fue Comas Solá, Vicepresidente D. Mariano Rubio, y tesorero D. Manuel Olió. La junta directiva estaba formada en total por doce personas de las cuales 10 residían en Barcelona. Las profesiones eran dispares: ópticos, ingenieros, militares, y directores de observatorios. A título de curiosidad os diré que la cuota anual era de 12 pesetas pagaderas por trimestres adelantados. Si entregabas 200 pesetas te redimían de las cuotas anuales y te nombraban socio perpetuo. Si la cantidad era de 500 pesetas (en dinero, obras o instrumentos) eras socio fundador. También había socios titulares y honorarios. El artículo 10 de los estatutos era claro: Todos los socios gozaran de iguales derechos (menos mal). Los socios recibían gratuitamente la revista de la Sociedad Astronómica de España (S.A.E.) Esta revista publicó su primer número en Abril de 1911. Hay que decir que la S.A.E. no solo recogía información astronómica. De hecho la Portada tiene como Titulo “Revista de la Sociedad Astronómica de España” y como subtítulo “ Información general de Astronomía, geofísica, meteorología y demás ciencias afines” “Publicación Mensual Ilustrada”.(Fig. 2)

Fig. 2 Primera portada de la prestigiosa Revista de la Sociedad Astronómica de España.

 

En el comienzo, la S.A.E. contó con 174 socios fundadores, de los cuales solo dos eran de Valencia. Mi abuelo, D. Angel Ferrer y Guinot, por lo visto, en cuanto se enteró de la Sociedad se apuntó, pues tenia el número de Socio 177. Gracias a esto, conservo casi todos los 100 primeros números de la Revista y de ahí voy a sacar los artículos referentes al eclipse de 1912. Para los que no les sale las cuentas, aclararé que mi abuelo murió en 1924, 35 años antes de nacer yo.

Voy a copiar literalmente muchos párrafos. No creo que les importe a los autores o sus sucesores pensar que alguien se acuerda de lo que escribieron pasado casi un siglo. Yo me sentiría orgulloso si estas letras las volviera a leer alguien en el 2100. Además en ningún sitio de las revistas he visto la famosa frase del Copyright: “Reservados todos los derechos. No puede reproducirse, ..., fotocopiarse...” Claro que entonces ni soñaban con las fotocopias.

El Número 1 del año 1 de la Revista de la S.A.E. comienza con un extracto de la Circular de la Comisión Organizadora de la S. A. De E. El primer artículo científico se titula “ El Eclipse de Sol del 17 de abril de 1912, por D. F. Iñiguez”. El artículo en cuestión, comienza recordando los anteriores eclipses, los distintos tipos, discutiendo la dificultad del cálculo de las posiciones del Sol y de la Luna, y dudando de hechos como: la exactitud de la ley de Gravitación universal o “... el éter - otra hipótesis - que llena todo el espacio, no opone resistencia al movimiento, lo cual es a su vez otra afirmación que puede no ser exacta.”

Transcribo literalmente los párrafos más interesantes:
No hay por qué suponer que el eclipse del 17 de abril de 1912 haya de librarse de errores análogos a los ocurridos en los demás; ( en el eclipse del 30 de agosto de 1905 el comienzo del eclipse total en algunos puntos se adelantó a lo indicado por el cálculo unos 20 segundos. La duración de la fase total llega a veces a cinco o seis segundos de diferencia con la calculada.) pero en éste son de peores consecuencias, por cuanto pueden llegar a hacer inútiles todos los sacrificios y todas las molestias de los astrónomos que se propongan observarlo. Ocurrirá el eclipse en condiciones tales de situación de la Luna en el espacio, que su disco aparente es casi igual al del Sol. Los cálculos ya hechos y publicados en las efemérides dan resultados bastante discrepantes, según el diámetro aparente de la Luna adoptado por cada calculador y el método de cálculo usado.

El eclipse central comienza en la Tierra cerca de las 10h, en un punto cuya longitud, con relación al meridiano de Madrid, es de 57º 19’ W. Y la latitud de 5º 6’ N., y termina poco después de las 13 h, en un punto cuya longitud es de 92º 4’ E. y latitud 57º 19’ N. En nuestra Península penetrará el eje del cono hacia la 11h 40m por un punto de la costa de Portugal próximo a Ovar y saldrá poco antes de las 12 h por la costa Cantábrica, cerca de Gijón. Adoptando el mayor valor de los admitidos para el diámetro aparente de la Luna, el eclipse central comienza por ser anular, es total hacia las 11h 10m y vuelve a ser anular a las 12h 20m. Con el valor mínimo del diámetro lunar el eclipse es anular en toda su duración. Estos son los casos extremos, y es na- tural admitir que las circunstancias reales del fenómeno constituirán un caso intermedio entre ambos. Los valores señalados por las distintas efemérides para la fase máxima en el caso de eclipse total son los siguientes:
San Fernando 0.7 seg.
Connaissance des Temps 6.3 seg.
Nautical Almanac 0.6 seg.
Efemerides Americanas 1.6 seg.
Berlineer Jahrbuch 8 seg.

Nuestra Península será la única región de la Tierra, dentro de los continentes, donde podrá observarse la fase total del eclipse, si es que llega a ocurrir: admitiendo el valor máximo del diámetro de la Luna, lo que no nos parece acertado, el eclipse sería total aun en una parte de Francia; las efemérides concuerdan en afirmar que a las 12 h el eclipse será ya anular, con la excepción de la Connaissance des Temps y el Berliner Jahrbuch, que examinan los casos extremos: y a las 12h el eje del cono de sombra se encuentra en un punto del Cantábrico poco distante de la costa de Asturias.” (Fig. 3.)

Fig. 3
El estrecho cono cel eleclipse a su paso por la costa nor-ocidental de la península.

 

... La duración insignificante que las efemérides asignan al eclipse, indica que la región totalmente eclipsada ha de ser sumamente estrecha, menos de diez kilómetros. Las poblaciones de alguna importancia por cuyas inmediaciones pasa la línea del eclipse central son: Verin, Viana del Ballo y El Barco de Valdehorras, en la provincia de Orense; Casabelos en León y Oviedo y Gijón en Asturias.”

“... Porque en el eclipse que nos ocupa es condición indispensable, situarse en un punto de la línea central. Para ello contamos con los mapas de la localidad cuyas posiciones geográficas de los pueblos en ellos situados no son más que aproximadas. Y habrá que suceder que un astrónomo que haya elegido un lugar para sus observaciones, cuando se traslade a el y determine, mediante observaciones y cálculos prolijos, su verdadera posición, encontrará probablemente que no sólo no está en la línea del eclipse central, pero ni siquiera en la zona totalmente eclipsada. Los resultados que haya obtenido le indicaran al menos a dónde debe trasladarse: lo hará así y esperará confiado el momento del eclipse. Legará éste; admitamos que las condiciones meteorológicas del momento son favorables, que ya es admitir, como en seguida veremos; pero, como sucede en todos los eclipses, la línea que realmente traza en la Tierra el eje del cono no es la calculada, sino que resulta trasladada más o menos a puntos distintos de los anunciados, y el astrónomo se encontrará en presencia de un eclipse parcial”.

El artículo en cuestión sigue con la estadística de la meteorología de dicha región, que como podéis adivinar es espantosamente mala. Concluye el artículo discutiendo los distintos métodos de registro y observación para un eclipse tan corto. No he comentado que el autor es el Director del Observatorio de Madrid.

Bueno, creo que ahora comprenderéis la rareza de este eclipse. Se trata de un eclipse mixto o también llamado total-anular. Todos los eclipses tienen su máxima duración aproximadamente en el centro de la franja de totalidad y en los extremos es más corto. Se debe a la curvatura terrestre que en la zona central esta más cerca de la Luna que en los extremos. En los eclipses mixtos, comienzan como anulares siguen como totales y vuelven a ser anulares. El eclipse en cuestión, comienza siendo anular en la costa de Brasil, atraviesa todo el Atlántico, y solamente va a ser total en una estrecha franja de Tierra que coincide con las provincias de Orense, León y Asturias. Continua en el mar Cantábrico y llega a Francia pasando al Norte de París, donde vuelve a ser anular hasta finalizar al norte de Rusia. La duración es muy corta y la franja de totalidad muy estrecha. Existen muchas dudas en cuanto a duración y situación exacta de la línea de centralidad, así como las coordenadas de los distintos pueblos por donde pasa, añadiendo las malas condiciones meteorológicas.

Revista de la SAE, Junio de 1911. Aparece otro artículo en la misma revista titulado: “El eclipse anular y total de Sol del 16-17 de abril de 1912, por D. Jose J. Landerer.” Veamos.
... ( el eclipse) ofrece la ocasión propicia para determinar con la admirable precisión que los modernos medios de medida permiten, el valor del semidiámetro aparente de la Luna. ... El expresado valor oscila hoy entre 15’ 31”, 53 y 15’ 32”,71, y según se adopte el primero o el segundo, el eclipse resulta, respectivamente, anular en toda la extensión de la línea central, o anular en los dos trayectos extremos y total en el intervalo comprendido entre 23 h 7m y 0h 15m del meridiano de Greenwich; y así se explica que, según el valor intermedio que se adopte, resulte la diversa duración de la totalidad calculada para cada una de las cinco Efemérides más autorizadas del mundo”.

Basándose en la exactitud de sus cálculos para el eclipse de 1905, que duró 3 minutos y 42 segundos en la localidad de Alcosebre, da por bueno que el semidiámetro de la Luna es exactamente de 15’ 31”,62. Calcula las siguiente efemérides:

LocalidadLatitud Longitud Fase max.
o duración total
Peñafiel 41º 13’,2- 8º 19’,1 T= 0 seg, 4 décimas
El Barco 42º 24.5 - 6 68,7 T= 0 seg, 2 décimas
Oviedo 43º 23,8 - 5 52,00,9989

Continua la lista con efemérides de pueblos de la zona

El eclipse es total en un trayecto que se termina a 23h 51m 15s, en un punto situado a 555 metros al este de Castandiello (Oviedo)

Con estos datos se puede trazar una línea de la centralidad del eclipse “... que difiere tanto de la trazada en el Mapa del Sr. Iñíguez, y de la que da la Efeméride de San Fernando, como estas dos difieren entre sí.
En El Barco, o propiamente hablando, en el punto en que se supone situado, el eje mayor de la elipse de intersección del cono de sombra lunar con el suelo mide tan solo 166 metros, lo cual hace ver que apenas toca la Tierra el vértice del cono.

Este autor afirma que la línea de totalidad será únicamente de 166 metros. Y la duración inferior a un segundo. Unido a las malas coordenadas de los distintos pueblos y a las condiciones atmosféricas de la zona, el resultado no parece muy alentador. Si ya de por sí la totalidad era muy escasa, Landerer la reduce más todavía. ¿ Será total o anular? ¿dónde se producirá la línea de centralidad?. Sigamos.

Revista de la Sociedad Astronomica de España y America. (cambió el nombre y se incluyó a America en Enero de 1912) Año II Nº 12. Marzo de 1912.Eclipse de Sol de 17 de abril de 1912, por D. José Comas Solá”. Esperemos que este eminente astrónomo nos saque de dudas.

Se trata de un eclipse apenas total, por manera que uno de los problemas prácticos más difíciles de resolver será el de situarse, quien quiera estudiar la totalidad, exactamente en la línea de la misma. Aquí insertamos una reproducción del mapa trazado por los astrónomos del Observatorio de Madrid, en el que, con todo detalle, figura la trayectoria de la sombra. El cálculo está apoyado en los elementos adoptados por el Nautical Almanach.

De este modo, la duración de la totalidad resulta ser de algo más de 6 seg.

... Con otro diámetro lunar, D. Jose Landerer ha calculado el propio eclipse, y obtiene totalidades de unos 0 seg 4 décimas de duración como máximo”.

En una tabla expresa el momento de la totalidad. En Peñafiel es a las 11h 43m y 59 segundos con una duración de 0.4 seg. En el Barco se producirá a las 11h 48m 12 seg. y como vimos durará solamente 2 décimas.

Así mismo en el mapa esta representada “la faja de totalidad relativamente ancha, alcanzando hasta 5000 metros, mientras que, según el Sr Landerer, esta anchura será de unos 160 metros. Sólo la observación puede resolver esta duda”. (Fig 4 y 5)

Fig.- 4 Franja de sombra del eclipse de 17 de abril de 1912, según el Observatorio de Madrid.Fig.- 5 Continuación de la misma franja hasta el Cantábrico

 

Seguidamente comenta los medios para analizar el eclipse y aconseja emplear la cámara cinematográfica. No perderse la llegada de la sombra desde un sitio alto, las sombras volantes, etc. A continuación da las coordenadas exactas de Cacabelos, El Barco de Valdeorras y Verín. Es curioso que para El Barco de una Latitud de 42º 25’5”,4 N mientras que en el artículo anterior era de 42 º 25,8’.

Verín está fuera de la totalidad, pero muy cerca de ella, y parece que cuenta con fondas aceptables, por lo cual pudiera aconsejarse esta población para hospedaje, montando los aparatos dentro de la zona de totalidad, a poca distancia de Verín, distancia que se puede recorrer fácil y rápidamente en carruaje.”

Continua el artículo comentando la mala climatología y se despide diciendo: “Sólo nos resta desear mucha fortuna a todos los observadores y opimos frutos para la Ciencia”. ( no es una errata, opimos significa rico, fértil, abundante). El presidente de la S. A. De E. no nos ha sacado de nuestras dudas, pero si ha aconsejado un pueblo que al menos cuenta con fondas aceptables. Francamente había que tener moral para desplazarse a ver este eclipse.

Revista de la SAEA. Abril de 1912. Nº 13. “Nuevo método para el cálculo de los eclipses con aplicación al de 17 de abril de 1912, por D. Rafael Gago Palomo y sus hijos José y Rafael”
Describe los distintos métodos para el cálculo de los eclipses y ocultaciones de estrellas y planetas: el de Woolhouse, Hansen, Baills, ... pero “son tan prolijos que hacen retroceder a los observadores, pues, sobre la enorme pesadez de las operaciones que exigen, todavía es preciso repetirlas en sucesivas aproximaciones”. Más adelante comenta que los errores solo se perciben al final de los cálculos con resultados totalmente absurdos,... y vuelta a empezar.

Si alguien esta interesado en este nuevo método le puedo hacer fotocopias, pero os aseguro que me ha sido imposible leérmelo y mucho menos entenderlo. La notación consta de 28 variables y solamente 61 pasos a seguir y por falta de espacio no esta todo el desarrollo completo.
La conclusión es que “ La línea central corta al paralelo de Gijon a 8º 6’ 49º2,53 W de Paris, o sea a 8767m,4 al W de Gijón, siendo la hora local de este último punto las 11h 29m 41s,79. En dicha intersección durará el eclipse total 4s,145, pues la línea central lleva una velocidad de 704 metros por segundo. La zona central tiene una anchura de 5.066 metros”.

Y llegó el día del eclipse.

Revista de la SAEA. Año II, nº 14. Mayo de 1912. “ El eclipse de Sol del 17 de abril de 1912, por D. Jose Comas Solá, D.F. Iñíguez, D. Tomas Azcárate, D. Luis de Ocharán, D. Emilio Novoa Gonzalez, D. Horacio Bentabol y D.F. Garcia Muñoz.”

El primer autor, D. José Comas Solá, escribía:
Ya ha tenido lugar el ansiado fenómeno astronómico. Para el público, en general, ha sido una decepción. Para los astrónomos ha sido uno de los eclipses más importantes que se han estudiado y cuyos resultados prometen ser, después de discutidos, del mayor interés.

Conforme se había expuesto con la atención merecida en esta Revista, dos puntos culminantes se trataba de resolver en este eclipse:
1º Comprobar si la línea central, real, coincidía con alguna de la líneas teóricas.
2º Comprobar si el eclipse sería total o anular en tales o cuales puntos, y en el primer caso, si la duración de la totalidad iba a ser cortísima o bien alcanzaría algunos segundos.

Refiriéndome de momento a mis observaciones propias, .... , opte por una población denominada Barco de Valdeorras, situada en la provincia de Orense”.
“ El instrumental que escogí fue muy sencillo. Se limito a una cámara cinematográfica provista de dos prismas de 60º para obtener el espectro de la cromosfera (espectro relámpago)”.
“Esta comisión científica estaba compuesta únicamente, aparte de dicho operador ( de la cámara cinematográfica), del que suscribe y de su esposa”.

“Nos instalamos a +42º 24’5 de latitud, y a 6º 58’,7 al W de Greenwich. Esta situación corresponde a la orilla derecha del caudaloso Sil, ....”
“Durante todo el día 16, el tiempo fué espléndido; pero el barómetro descendía lentamente. El 17, amaneció casi completamente cubierto; la nubes procedían del W., es decir del Atlántico, que es el régimen peor en aquellas regiones. Pero el calor solar la disolvió luego, y si bien durante el eclipse volvieron a producirse condensaciones nubosas, debidas al enfriamiento atmosférico, lo cierto es que, durante los momentos de la totalidad, el Sol se ostentó en una región Purísima del cielo, pudiéndose llevar a efecto todo el plan de trabajos proyectado

Desde nuestra estación, el eclipse fue, visual y sensiblemente, total; pero esta totalidad fue instantánea. Cuando desaparecía la falce de la izquierda, aparecía la de la derecha, ambas diametralmente opuestas. No obstante, de las fotografías espectroscópicas resulta, con toda evidencia, que estuvimos ligeramente desplazados hacia el Norte respecto a la línea central. Juzgo por consiguiente, muy aproximado que la línea central pasó de uno a dos kilómetros más al Sur de nuestra estación, y que, por lo tanto, un punto situado a los 42º 23’,5 de latitud, y en la misma longitud nuestra correspondió a la línea central.” (Fig. 6)

Fig.- 6.

Corona del eclipsetotal de Sol del 17 de abril de 1912. Barco de Valdeorras. (J-.Comas Solá)

“El obscurecimiento general del cielo en los alrededores de la totalidad fue muy acentuado, tanto como en el eclipse de 1900 y más que en el de 1905. Viose perfectamente Venus. La temperatura bajó considerablemente”.

Continua analizando los resultados visuales de la corona y de la cámara cinematográfica. El espectro obtenido con esta última demuestra “... espectro que corresponde a los espacios dejados libres por las depresiones orográficas que aparecen en el contorno de la luna. No de otra manera pudiera explicarse que visualmente el eclipse fuera total y que aparecieran constantemente en el espectro las perlas de Baily”.

O sea que visualmente fue total pero no del todo.

La comisión científica es como las nuestras: nos llevamos a la mujer, (bueno, ... no todos). Es curiosa la palabra “falce”, que significa hoz, en referencia a la fase parcialidad del eclipse.

El segundo autor, D. F. Iñiguez, ya conocido nuestro, director del observatorio de Madrid, escribía:
... de los trabajos hechos en Cacabelos, parece deducirse que el eclipse allí no anduvo lejos de ser central ( no comenta si anular o total)”.
Posteriormente cita varios personajes que lo vieron:
- El catedrático de física del Instituto Jovellanos junto a un teniente coronel y varios más observaron el eclipse en la línea de centralidad entre los pueblos de Somió y Quintueles y afirman que fue anular.

- El Sr. Espurz, dice que en las inmediaciones de Oviedo fue Anular.

- El ingeniero D. A. Zabala que observó en Granda dice que lo vió como total e instantáneo.

-Salet, en Ovar, dice que el eclipse ha sido “casi anular(?)”

El siguiente autor D. Tomas de Azcárate, Director del Observatorio de Marina de San Fermnando dice:

"Plan de observaciones: Cubrir con tres líneas transversales de 10 kilómetros de extensión perpendiculares a la probable línea de totalidad con observadores separados 100 metros entre si. Describe las tres líneas, así como las instrucciones y concluye que los resultados provisionales son:
“ 1º Que el eclipse ha sido total en toda la Península, con una duración media de menos de 0.5 seg.
2º Que la anchura de la faja ha estado comprendida entre los 800 y 1.000 metros.
Y 3º Que la línea de centralidad se ha desviado normalmente a su dirección de 6 a 7 km, viniendo a coincidir próximadamente con la dada por las Efemérides Americanas”.

Posteriormente hay varias opiniones de distintos autores, algunas de ellos muy “jugosas”. (estamos hablando de 1912, hace menos de 90 años).

- Horacio Bentabol: “... demostraré con datos de observación y razonamientos concluyentes que la Tierra y la Luna están envueltas en una sola atmósfera común, con dos núcleos de condensación; uno más denso alrededor de la Tierra y otro mucho más enrarecido y pequeño alrededor de la Luna”.
-“ que el eclipse no haya sido total en ninguna parte.”
-“Que la irisación exterior de las puntas del creciente solar y la gran sombra de la aureola irisada prueban la considerable altura de la atmósfera lunar”.
-“ Las horas de los contactos (del eclipse) las estimo bastante exactas, pues están tomadas por los padres de la S.F. en San Julian de Vilatorta, quienes, gracias a un dispositivo ideado por el padre Cazador, pueden recibir la hora que expiden desde la torre Eiffel por medio de la radiotelegrafía; el día del eclipse la recibieron cuatro veces, antes del fenómeno. ”

Revista de la SAEA nº 33 Febrero de 1914. “eclipse total de Sol del 17 de abril de 1912, por D. Tomas de Azcárate.

Explica con mucha mayor amplitud las tres líneas de observadores dispuestos cada 100 metros, a lo largo de tres carreteras . Los observadores como podéis suponer era tropa al mando de un capitán, provista de cristales ahumados. Previamente se les instruyo en lo que era un eclipse y sus tipos: anular y total. “ Cuando el eclipse llegó a su máximo, sólo quedó al descubierto un anillo sumamente estrecho que aparecía roto en varios puntos y que sin duda era debido a las irregularidades de la superficie lunar, que aun siendo pequeñas, fueron suficientemente elevadas para romper la continuidad de aquel anillo tan delgado. Este duró escasamente 0,4 de segundo”.

Basándose en esto datos obtiene con mucha aproximación el valor de la constante k (relación de los radios terrestre y lunar) que es igual a 0,272289 con un margen de error de 2 millonésimas.

En el artículo recoge las impresiones de varios personajes de las localidades próximas a la totalidad:

Juan Alvarado, Director de Escuela : “En el pueblo de Villablino (linea de centralidad) todos lo juzgamos parcial, pero un observador dijo que era total. Otros dijeron que era anular, en concreto dos grupos situados al este y al Oeste de otros dos grupos que afirman fue parcial... ”

Manuel Núñez, Registrador de la propiedad del Verin: “... el disco solar nunca estuvo cubierto... Hubo un momento, una fracción de segundo, en que era completa la ilusión de totalidad; pero los prismáticos no dejaban lugar a dudas, porque al aumentar el disco del Sol, ..., dejaban ver un fino filete anular”.

Ricardo Rivados, Profesor de enseñanza de Verin: “... fue total a las 11h 44 m 41 s, e instantánea y con bordes superior e inferior adentellados: fue como un relámpago, así que la obscuridad completa no llegó a la zona.”

Tomas Martinez. Profesor de primera enseñanza de Barco. : “ ... la totalidad o el máximo contacto se produjo a las 11h 49 m...” . “El eclipse no acabo de ser total, pues la sombra lunar nos dejó una pequeñisima parte de la fotosfera solar”. “ El paisaje (en el momento de totalidad) se presentó triste y macilento, y el frío era bastante intenso. Las gallinas buscaban su albergue, y una que vi y tenía sus polluelos, los cobijó debajo de sus alas”.

Amadeo Perez desde Fresnado (Leon). “ La totalidad tuvo lugar a las 11h 55 m.”. “En la totalidad apareció como un alambre de fuego rodeando el disco negro de la Luna”. “este alambre, en el momento culminante, y con una rapidez asombrosa, se rompió, despidiendo multitud de rayos, volviendo instantáneamente a aparecer la luz del Sol...”. “Las palomas fueron poco a poco recogiéndose, y las gallinas, corrieron en dirección del gallinero”.

Adolfo Fernandez. Secretario del ayuntamiento de Toreno. : “Con la antelación debida, en el sitio que juzgué conveniente, y con un tubito de bolsillo de cristales ahumados, ...”. “Momento fue éste ( la totalidad) que no olvidaré jamás por lo grandioso y raro que a mi pobre y corta inteligencia le pareció el satélite: quedo a mi vista como un pandero con cuatro ranuras en forma de cruz aspada, para colocar las sonajas; por ellas despedían haces de luz tan intensos, tan brillantes y de tantos colores que no me es posible definir”.

Lucieron multitud de estrellas en casi todas direcciones, y todo esto unido a la casi total obscuridad de un día que desaparece; las liebres que cerca de mi estaban salieron en vertiginosa huida; los pájaros, que como por encanto enmudecieron, y el silencio sepulcral que por un instante invadió este pueblo y cercanías, me inclinan a creer que el eclipse fue total en ésta, o por lo menos su parcialidad fue insignificante para la vista”.

“He visto los eclipses anteriores, y en ninguno observé las (no sé qué nombre darles) rarezas de éste”.

Manuel Suarez Fernandez. Profesor de primera enseñanza de Pola de Siero (Asturias). “La totalidad se verificó a las 11h 51m 30s y su duración fue de unos 4 segundos”.

Hay opiniones para todos los gustos. Llama la atención como un eclipse tan corto dio tiempo a los cambios en el comportamiento animal y que los observadores se percataran. Lo del pandero con sonajas esta genial.

Yo no vi el eclipse de agosto de 1999. Lo viví. Estaba el cielo totalmente encapotado en el Norte del Paris (Lassigny). La temperatura bajo tremendamente y la obscuridad se hizo muy manifiesta. Pero duró más de 2 minutos. Allí, las vacas que había en la proximidad ni se inmutaron. Es cierto que lo habían publicado en todos los medios de comunicación y por lo visto ya lo sabían. Siguieron pastando como si nada sucediera.

Revista de la SAEA año V. Enero-febrero 1915. “El eclipse de sol de 1912, por D. P. Carrasco). Es el último artículo que tengo de este curioso eclipse. Lo publica P. Carrasco, del Observatorio Astronómico de Madrid, casi tres años después del eclipse. La predicción de un eclipse se basa en dos datos fundamentalmente: el diámetro de la luna en el momento de la conjunción y las coordenadas de su centro. “En el eclipse objeto de esta nota, en el que los diámetros aparentes del Sol y de la Luna, siendo sensiblemente iguales, habían de producir un eclipse total o anular, según que fuera uno u otro astro el que presentara el mayor diámetro aparente”. (Fig. 7)

Fig.- 7

Aspectos del eclipse total de 1912 - Comisión del Observatorio de Madrid.

El punto elegido estaba situado en las proximidades de Cacabelos. “Las coordenadas habían sido determinadas con esmero por el Sr. Cos, comisionado para este fin el verano anterior al eclipse, y ratificadas en los días que precedieron al eclipse”.

En el articulo explica la importancia que tiene la orografía del contorno lunar y llega a las siguiente conclusiones:

Si por eclipse total ha de entenderse la completa obscuración del Sol y desaparición de todo destello cromosférico sobre el borde lunar, el eclipse observado en Cacabelos no puede clasificarse de total, y si denominamos parcial tal eclipse en que permanece visible un filete continuo, tampoco el eclipse en cuestión puede ser calificado de parcial. El aspecto que el disco eclipsado presentaba en Cacabelos es el que ha sido designado por otros observadores con el nombre de eclipse perlado”.

Dada la orografía lunar, valles y montañas, el disco de la Luna no tiene un borde perfecto y por tanto el límite entre total y parcial o total y anular no es una línea sino una región intermedia “que en los momentos de máxima obscuración, se vislumbra por los accidentes del borde lunar, destellos cromosféricos o chispazos luminosos que aparecen por una u otra región del limbo del astro eclipsado en forma de luminosas perlas”.

“El eclipse estudiado plantea un nuevo tipo de eclipses, intermedio entre los totales y los anulares; ... eclipse perlado”. (Fig. 8)

 

 

“Los límites, pues, de la zona de totalidad no serán líneas, sino zonas de eclipse perlado o fragmentado.” Sucede en cualquier eclipse total, que los limites de la zona de totalidad están flanqueados por zonas de eclipse con perlas en un extremo u otros. Si vamos disminuyendo la zona de la totalidad puede darse un eclipse en que el máximo corresponde a una eclipse perlado.

Los accidentes lunares, valles y picos pueden presentar hasta una diferencia de 4.9 segundos de arco, lo que representa unos 15 segundos de duración para su paso sobre el borde del disco solar. Esto se traduce en una franja máxima en la Tierra de unos 8.800 metros, en la que el borde Solar se ve interrumpido por los relieves lunares. En sentido perpendicular al movimiento de los astros se descarta la totalidad por las depresiones lunares muy pronunciadas que tiene, 2.5 y 4.6 seg. En cambio en la dirección de los contactos del eclipse, es decir en la dirección del movimiento de los astros, la orografía es menos accidentada, con depresiones de 1.2 y 2.1 segundos respectivamente. Si tenemos en cuenta que el diámetro medio calculado de la Luna excede al del Sol en 2.2 segundos. y por tanto hay un exceso de 0.1 segundos, .. “lo que permite aventurar un valor de 0,3 segundos para la duración de la totalidad sólo en la dirección de los contactos.” Y concluye:
1º El eclipse fue perlado en toda nuestra

2º La zona de presunta totalidad se redujo a una zona de eclipse perlado, con perlas sueltas, por ambos costados.

3º Las zonas laterales de perlado en un solo sentido tenían desigual anchura, siendo más extensa la correspondiente al límite Sur.

4ª Solo en la dirección estricta del movimiento el eclipse puede considerarse como total y sensiblemente instantáneo.

5º La línea de centralidad estaba situada a unos 2.700 metros de nuestra estación”.

O sea que llega a la conclusión que fue un eclipse diferente llamado eclipse perlado.

La última referencia escrita del eclipse la encuentro en el libro de Camille Flammarion titulada Astronomía Popular. El autor fue el fundador de la Sociedad Astronómica de Francia en 1887. El libro es de 1963 y es una edición posterior revisada por varios autores. En ella leemos:

El 17 de abril de 1912, los aeronautas ( así llamaban a los actuales aviadores) vieron cómo las sombras barrían los campos de la Ile-de-France y observaron que no tenían más de dos o tres kilómetros de diámetro. En este eclipse, los diámetros aparentes de los dos astros eran casi iguales y para los observadores terrestres el fenómeno tuvo poca duración. En Saint-Germain-en-Laye no fue, en realidad, total ni anular, ya que las irregularidades del relieve lunar cubrieron incompletamente el borde del disco solar y las sinuosidades lo dejaron al descubierto en varias partes; al mismo tiempo, el disco lunar apareció rodeado de un collar de puntos luminosos. Esto sólo se pudo observar durante dos segundos escasos y no todos los fotógrafos tuvieron la suerte de obtener una prueba del eclipse orlado de perlas.

El eclipse total de 17 de abril de 1912, que fue visible durante un instante en una línea que pasaba por Maintenon, Saint-Germain-en-Laye, Luzarches y Senlis, se vió también en Paris como eclipse parcial muy acusado. En el observatorio sólo quedaron visibles a la mitad del fenómeno, 0,004 del diámetro solar. Este curioso eclipse presentó una particularidad bastante rara: la de ser anular al principio (en Venezuela) y en su fase final (en Siberia), lugares donde aparecía la Luna a poca altura sobre el horizonte, y ser total en todos los puntos donde el eclipse se observó alrededor del mediodía (Portugal, Francia y Bélgica), debido a que entonces la distancia de la Luna había disminuido unos miles de kilómetros.” Nuestros vecinos traspirenaicos ni nos nombran.

Bueno pues ya sabemos realmente lo que vieron los osados observadores que se atrevieron a ir un pequeño pueblo con escasa fondas, imprecisa situación geográfica y pésimas condiciones meteorológicas, sin saber exactamente si el eclipse seria parcial, total o anular, y si pasaría o no por ese punto.

Hoy en día tenemos magníficos programas de ordenador. Podemos conocer la situación geográfica con una precisión de pocos metros gracias a los GPS. Sabemos la hora que es con una precisión muy grande, los relojes atómicos son exactos con una precisión de millonésimas de segundo. Hemos ido a la Luna y sabemos a que distancia está y el diámetro que tiene. Hay grandes centros de cálculo en la Nasa y en Francia con las efemérides precisas de los eclipses. Hoy, ¿no tendríamos tantos problemas? ... O si.

En el próximo número de la revista analizaremos los eclipses y la precisión alcanzada.
Y como decían en aquella época ...
(acabará).

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