LEO

 

Por Javier Peña
Coordinador de la sección de Cielo Profundo

La observación de cielo profundo es una de las ramas de la astronomía para aficionado más hermosa y gratificante. La extensa variedad de objetos existentes en el cosmos hace de esta disciplina un entretenimiento que difícilmente decae en la monotonía. Por ello es quizás la opción que más aficionados aglutina.

A pesar de ello, es evidente que muchos compañeros, sobre todo los más noveles, no sepan sacar el verdadero partido a esta disciplina. Como sucede con cualquier observación, la de cielo profundo requiere de cierta técnica. Es importante conocer lo que se va a observar y saber plasmarlo de alguna forma, ya sea por medio de un dibujo o indicando simplemente las impresiones, si bien en este último caso (muy recomendado para torpes en las artes pictóricas) es imprescindible que al menos dibujen el área donde se encuentre el objeto, así como un boceto de éste, si se trata de un objeto grande (Nebulosa de Orión, por ejemplo) o simplemente marcado con una pequeña señal si el objeto en cuestión tiene un diámetro angular pequeño. Si es muy importante marcar con la mayor precisión posible la situación de las estrellas que entran dentro del campo. Esto último nos servirá, no sólo para identificar el área donde se halla situado el objeto para compararlo con la de otros compañeros o para futuras visitas, sino también para una representación fiel de esta zona en previsión, quien sabe si de una supernova, un asteroide o un cometa.

Sin duda alguna lo ideal es dibujar no sólo el área, sino también el objeto. Para ello se requiere de ciertas técnicas tanto de observación como de dibujo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que nuestro ojo no es una película fotográfica, de modo que la luz que recojemos no se acumula como en dichas películas. Este hecho diferencial hace que nuestro ojo no distinga ciertas partes de una galaxia con la sutileza, por ejemplo, de como consigue con una película fotográfica. La poca acumulación de luz también impide que veamos los colores que tanto nos atrae cuando vemos las fotografias de los libros de divulgación. Esto puede parecer frustrante, pero con el tiempo alcanzas la precisión suficiente para observar detalles finos de objetos de cielo profundo.


De las doce constelaciones que componen el zodiaco (trece si contamos a Ophiuchus), Peo es sin duda alguna la figura más sobresaliente no sólo por su ideal posición en el cielo, sino también por su fácil identificación con el majestuoso felino al que representa.

Esta constelación es conocida desde la antigüedad, no en vano los babilonios ya la identificaban con el "Gran Perro"; para los chinos en cambio, Leo en combinación con Leo Minor (una constelación situada arriba de Leo y que hoy en día apenas si se identifica) representaba al "Dragón de la Lluvia"; ciertos pueblos del Brasil lo veían como un escorpión; y para ciertas regiones árticas de la Siberia, veían en esta constelación a una mujer dormida.

El legado que nos ha llegado a nosotros viene a través de la mitología griega para quien la constelación representa al león que Hércules mató en uno de sus doce trabajos. En aquella época el Sol entraba en esa constelación un mes después del solsticio de verano.

Parece ser que en otros tiempos esta constelación era más grande de lo que es actualmente. De hecho, en el siglo X d.C., los árabes denominaban al cúmulo de estrellas del Pesebre, hoy justo en el centro de la constelación de Cáncer, al-naysra, que quiere decir "el centro de la nariz". Otras estrellas de Coma Berenices y Virgo, eran incluidas en Leo.

Actualmente, Leo se encuentra entre la ascensión recta de 9,30' y las 12h, y entre las declinaciones de -5° a +300. Cubre un área de casi 1.000 grados cuadrados, siendo la 128 constelación más extensa del firmamento.

La cabeza del león está representada por seis estrellas en forma de hoz o interrogante. El punto del interrogante estaría formado por la estrella más brillante de la constelación, Regulus (alpha Leonis), que significa "pequeño rey". Es un astro de magnitud 1,4 que dista unos 85 años luz y cuyo diámetro estimado es de 5 veces el diámetro del Sol. En realidad, Regulus es una estrella doble, cuya compañera de 88 magnitud está a 700.000 millones de kilómetros.

Una de las estrellas más hermosa y llamativa es Algieba, la Gamma (y) Leonis y que representa la melena del león. Aunque a simple vista se nos presente como una estrella de magnitud 1,9 lo cierto es que se trata de una de las dobles más hermosas del firmamento. Vistas a 100x, este

   
   

 

El Circuito de los Principiantes: Para los que todavía no estéis acostumbrados a la utilización de telescopios ni cartas estelares, propongo el siguiente circuito basado en la tabla adjunta (algunos objetos no están en dicha tabla) con una explicación de como encontrarlos.

1. M95 (NGC 3351), M96 (NGC 3368) y M105 (NGC 3379), forman un triángulo de débiles galaxias en el centro de Leo. La más brillante del grupo, situada a 29 millones de años luz, es M96, una galaxia clasificada como espiral Sb. Para localizarla empecemos por Regulus, la estrella más brillante de Leo. Una vez centrada, nos dirigiremos en drección este-sureste hasta rho (p)Leonis. De ahí cambiaremos de dirección dirigiéndonos hacia el noreste hasta alcanzar la estrella 53 Leonis. Entre ésta y 52 Leonis hay una estrellita de 7a magnitud. Centremos ahora la estrella de 7a magnitud en el ocular de gran campo, y deslicémonos hacia el sur 1 'aproximadamente. Nos toparemos con M96, un globo luminoso con un núcleo brillante y ovalado.

M95 se encuentras usto al oeste de M96, y es fácil que las dos entren en el campo del ocular, sobre todo si éste es un gran angular. M95 palidece a lado de su vecina, pero sigue siendo lo suficientemente luminosa y fácil de observar con prismáticos. Vista a través de telescopios de gran abertura, puede apreciarse una nubecilla grisácea que aumenta de brillo a medida que nos acercamos al núcleo. M95 es una espiral barrada del tipo SBb.

Tanto M95 como M96 pueden ser vistas a través de los buscadores de los telescopios o con unos buenso prismáticos de 7x50 ó mejor 10x50.

M105, 48' al nor-noroeste de M96, es la tercera del grupo y la más débil. Es una elíptica del tipo El con un diámetro de unos 4'. En ella lo que más desataca es su brillante núcleo.

2. NGC 3384 se encuentra justo a 8' al este de M105. Es bastante fácil de observar, aunque su brillo, similar a la de una estrella de magnitud 10, es menor que el de M105. Se trata de una espiral barrada con un núcleo muy sobresaliente.

3. Otro grupo de galaxias es el formado por M65, M66 y NGC 3628. Ambos Messier están separado tan sólo 21' y por tanto se les puede ver dentro del campo de un ocular de pocos aumentos. Para localizarlas hay que dirigirse directamente a la estrella theta (0) Leonis y luego descender hacia el sur-suroeste, unos 2,5°. A medio camino entre 0 y iota (T.) Leonis se encuentra este grupo.

Si tenemos algo de costumbre en la observación de cielo profundo y una agudeza visual buena, podemos intentar encontrar M65 y M66 con unos prismáticos de 10x50.

M66, con una magnitud de 9.7 es la más brillante del grupo a pesar de ser la más pequeña en tamaño real, unos 50.000 años luz de diámetro. Es una galaxia espiral del tipo Sb con un disco ovalado de 8' en el que destaca su núcleo.

Con buenas condiciones de visibilidad se puede apreciar sus brazos espirales (mínima abertura 200mm), siendo el situado al sur, el más extenso. El famoso observador de cielo profundo T. Davis, ha indicado que en condiciones muy favorables y telescopios de gran abertura, se puede apreciar una banda oscura al este del núcleo, banda que en realidad es uno de los brazos de la galaxia.

M65 se encuentra a sólo 21' al este de M66. es más larga, más delgada y 1/2 magnitud más débil. Es algo más grande que su compañera Messier, siendo su diámetro estimado de casi 70.000 años luz. Obviamente la circunstancia de que a pesar de ser 20.000 a.l. mayor es media magnitud menos brillante, indica que se encuentra a mayor distancia de nosotros. Y así es, estimándose hoy día una distancia de 34 millones de años luz. M65 también es una espiral del tipo Sb, pero su posición hace que no podamos ver sus brazos, tan sólo una forma alargada.

NGC 3628 es el último y más débil miembro del grupo. Forma un triángulo con M65 y M66, hallándose al norte de ambas. Al igual que sus compañeras, es una espiral Sb que se nos presenta de canto. Fácil de observar incluso con pequeños telescopios, se puede apreciar un disco largo y delgado de unos 10' y una magnitud global de 9,5.

Su disco está dividido longitudinalmente por una sobresaliente banda oscura que pasa a través del nucleo central y llega hasta el halo.

4. NGC 2903 es una galaxia espiral que sorprende por su grandeza y brillo (magnitud 9.5), máxime cuando se trata de un objeto más llamativo que las galaxias Messier de Leo. Es muy curioso que a Charle Messier se le pasara de largo.

Se la puede localizar 1,5° al sur de Lambda (X) Leonis. Es alargada y con un núcleo brillante. Se la puede observar con pequeños telescopios e incluso con prismáticos. Su distancia a la Vía Láctea es de unos 7 Mpc y su masa de alrededor de 43 mil millones de masas solares.