CASSIOPEIA : Reina de los Cielos

Por Javier Peña. Coordinador de la seccion de Cielo Profundo.

En la mitología griega, Casiopea y Cefeo eran los reyes de Etiopía y padres de Andrómeda. Según la leyenda, en una ocasión Casiopea se vanaglorió de ser más hermosa que las Nereidas, las ninfas marinas. Ofendidas, las Nereidas pidieron al dios del mar, Poseidón que castigara a la rebelde reina. Éste lo hizo enviando una enorme pleamar y un horrible monstruo marino, Cetus. Cuando Cefeo consultó con el oráculo para ver como esquivar la maldición, se le dijo que sacrificara a su hija Andrómeda. Todos los protagonistas de esta miniserie aparecen reflejados en el firmamento: Casiopea, Cefeo, Andrómeda, Cetus y Perseo (el héroe que recató a la princesa).

Es imposible alzar la vista y no ver la característica figura de Casiopea (Cassiopeia en latín). Aunque los atlas estelares más antiguos describen la constelación como una reina sentada en su trono, la figura que más se asemeja es a una M o a una W según la época del año. Con 598 grados cuadrados es la nº 25 en cuanto a tamaño y está situada a una declinación media de +60º y una ascensión recta media de 1h.

Casiopea es importante por varias razones: porque es circumpolar desde nuestras latitudes, porque permite localizar la Polar partiendo desde la estrella Caph, Beta (b) Cas, y en dirección hacia el interior de la M, porque esa misma estrella, en dirección contraria a la Polar, apunta en la dirección del equinoccio de primavera, porque es la única reina que hay en el firmamento y porque es también la única constelación que tiene a su pareja en el cielo, Cefeo.

Aunque no dispone de objetos tan brillantes y vistosos como los que estamos acostumbrados a ver en el verano, no por ello deja de ser un lugar atractivo para recorrer con un pequeño telescopio. Iniciemos pues nuestra andadura por esta vanidosa reina celeste.

El primer objeto con que nos topamos, siempre en dirección oeste-este y norte-sur, es NGC 7635, una nebulosa de emisión conocida como Bubble Nebula, y que está situada a sólo 1º al suroeste de M52, es decir, en el límite con la constelación de Cefeo. Para localizarla, une con una línea imaginaria las estrellas Alfa (a) y Beta (b), sigue esa línea una distancia casi igual a la que separa a ambas estrellas y te tropezarás con la nebulosa. No es un objeto fácil de observar si tenemos en cuenta que aunque de gran extensión 15'x8' su brillo superficial es muy bajo. De hecho sólo se aprecia de modo muy sutil con telescopio de 155mm como mínimo.

M52 (NGC 7654) se encuentra 47' al sur de la estrella de 5ª magnitud, 4 Cassiopeiae. Con una magnitud de 7 y un tamaño de 13', este cúmulo abierto, junto con NGC 7789 y NGC 457 se halla entre los mejores cúmulos situados al norte de la Vía Láctea. Es más, M52 es en sí mismo el mejor de la constelación de Casiopea. Aparece como una mancha brumosa vista con prismáticos, sin embargo, la observación telescópica descompone esta nube en multitud de débiles estrellas. Destaca una gigante naranja de 8ª magnitud, mucho más brillante que le resto de sus compañeras.

M 52 es uno de los primeros objetos que nos encontramos en Casiopea, y el primer Messier de los dos que cohabitan en esta constelación circumpolar.


NGC 7789, otro cúmulo abierto situado 3º al suroeste de la brillante estrella Beta (b) Cassiopeiae. Es un rico racimo estelar de 7ª magnitud que contiene unas 300 estrellas de la 10,7 magnitud y más débiles encerradas en un área de unos 16'. El cúmulo está situado justo en medio de dos estrellas separadas entre sí 2º, Rho (r) y Sigma (s) Cass, de 5ª y 6ª magnitud respectivamente.

Los prismáticos sólo muestran una nube grisácea de brillo uniforme. Los telescopios en cambio nos proporcionan una visión ciertamente deleitosa. Con una abertura de 150mm ya podemos apreciar una docena de débiles estrellas rodeadas de una nebulosidad de 10 minutos de arco. Mayores aberturas llegan a mostrar hasta un centenar de estrellas esparcidas majestuosamente.

Diametralmente opuesto y a la misma distancia que separa NGC 7789 de Beta (b) Cassiopeiae, se halla NGC 103. Este pequeño pero interesante cúmulo formado por una treintena de estrellas circunscritas en un área de 5' tiene una magnitud de 9,8. Esto lo deja fuera del alcance de pequeños prismáticos como los 7x50, y en todo caso con mayores aumentos tampoco se aprecia gran cosa dado el poco brillo de sus estrellas. Con un telescopio de 150mm el aspecto cambia radicalmente. Se nos presenta como una manchita nebulosa salpicada con gotitas de rocío debido al poco brillo de sus estrellas que rondan la 12ª magnitud.

M 103 es uno de los grandes cumulos de Casiopea y el más conocido de los aficionados.


Grado y medio al sur-suroeste de NGC 103 se encuentra otro racimo de estrellas más llamativo, NGC 129. Esta centelleante hilera formada por treinta y cinco brillantes estrellas ofrece un fino contraste con NGC 103. Con un diámetro de 21' y una magnitud global de 6,5 éste racimo de estrellas es hermoso visto a través de cualquier telescopio.

En el extremo sureste, tocando casi el límite con Andrómeda, se encuentran las tres galaxias más destacadas de Casiopea, dos de las cuales (NGC 147 y NGC 185) pertenecen al Grupo Local y son además satélites de la Galaxia de Andrómeda. Recordemos que el Grupo Local está formado por unas 32 galaxias entre las que se halla como es obvio la Vía Láctea y M31 (la galaxia de Andrómeda).

Aunque son muy difíciles de observar, ya que requiere tener telescopios de gran abertura, 250mmm como mínimo, he querido mencionarlas por pertenecer al grupo local. La primera de ellas, NGC 147 es una elíptica que está a 2,2 años luz de la Tierra y que tiene un tamaño estimado de 10.000 años luz, es por lo tanto una galaxia bastante pequeña en comparación con la Vía Láctea. Para localizarla podemos partir de Omicron Cassiopeiae, una estrella de 5ª magnitud y dirigirnos unos 2º al oeste para dar con la galaxia. Siendo un objeto de 9ª magnitud con un tamaño aparente apreciable de 13'x8' parecería ser un objeto sencillo de observar, sin embargo su brillo superficial es de 14,5, sorprendentemente alto lo que dificulta mucho, muchísimo su observación. También se encuentra fuera del alcance medianos telescopios su compañera NGC 185 situada a la misma distancia, pero todavía más pequeña, 6.000 años luz.

Tres grados al suroeste de NGC 185 se encuentra otra compacta galaxia elíptica NGC 278. A pesar de que su tamaño aparente es mucho menor que el de las otras dos galaxias y de que ronde la 11ª magnitud, su luminosidad superficial es mayor que el de sus compañeras. Gracias a ello NGC 278 es visible con pequeños telescopios (150 mm) 3' al sur de una estrella de 8ª magnitud.

Volvamos hacia el norte en dirección a la estrella principal de la constelación, Alfa (a) Cassiopeiae, también conocida como Schedar, es una gigante naranja K0 de magnitud 2,2 situada a 110 años luz. Si nos movemos dos grados al este nos encontraremos con la nebulosa de emisión NGC 281, una nube muy débil que requiere de noches muy buenas para percibirla con telescopios de 150 mm como mínimo.

Yendo más hacia el este encontramos la blanca estrella Delta (d) Cassiopeiae de 3ª magnitud. Unos 2º al sur-suroeste de ella se encuentra NGC 457, un pequeño cúmulo abierto de los más hermosos del firmamento. Tal es su belleza que muchos se extrañan de que Messier no se percatara y lo incluyera en su catálogo, catálogo que contiene prácticamente los objetos más brillantes y hermosos del cielo (con excepciones, con es el caso de este racimo de estrellas). Su magnitud de 6,4 lo deja al límite de la observación a simple vista, de hecho hay quien dice haberlo visto (yo lo dudo). La que sí es observable con facilidad es Phi (f) Cassiopeiae, una estrella supergigante de 5º magnitud que, según algunos, pertenece al cúmulo a juzgar por el enrojecimiento de su espectro. No obstante, no todos están de acuerdo con esta opinión. Sea como sea lo cierto es que se trata de una de las estrellas más luminosa que se conocen, con una magnitud absoluta de -8,8 es 250.000 veces más brillante que el Sol.

En cuanto al cúmulo en sí, situado a 9.000 años luz, es conocido con el sobrenombre de "El Búho". Esto es debido a que las estrellas que componen el cúmulo se disponen en líneas curvas que le hacen aparecer como un búho. Las dos estrellas más brillantes del campo, Phi y HD 7902 (una estrella de 7ª magnitud situada al oeste de Phi) son los ojos del pájaro. Un grupo rectangular formado por estrellas de la 9ª y 10ª magnitud trazan el cuerpo. Y por último, una serie de débiles estrellas esparcidas formando líneas curvas en dirección aproximada norte-sur, conforman las alas de la rapaz nocturna.

Aunque he mencionado que hay algunos que dicen haberlo visto a simple vista, lo que no cabe duda es que es visible con prismáticos, aunque éstos no permiten observar el cúmulo en su máxima belleza. Utilizaremos telescopios de pequeña abertura para adivinar su estructura avícola, pero sin duda se sacará mayor provecho cuanto mayor sea el telescopio.

Muy cerca de este espléndido cúmulo, aparece otro que sí lleva la inicial M de Messier, se trata de M103 (NGC 581) a sólo 1º al noreste de delta (d) Cassiopeiae. Aunque indudablemente es un cúmulo bonito, no alcanza la belleza de NGC 457. No sólo ocupa la mitad de tamaño que su compañero (6' en el caso de M103), sino que también es más débil, una magnitud aproximadamente. No obstante también este racimo de estrellas es visible con unos simples prismáticos. Un telescopio pequeño de 100 mm ya nos permitirá ver un grupo de estrellas entre la que destacan cuatro cuyas magnitudes están entre la 7ª y la 9ª, así como otra de magnitud 8 de color naranja. Observa como en el centro del cúmulo Busca en la zona noroeste del cúmulo y encontrarás una brillante estrella.

Con abertura mayores podemos alcanzar a ver entre 40 y 50 estrellas. Ello no quiere decir que el cúmulo sólo esté compuesto por este número de astros. Lo que sucede es que se requiere ya de telescopios profesionales para poder distinguir las 172 estrellas que componen el cúmulo. Esto es así con cualquier cúmulo.

Muy cerca de M103, siguiendo la misma línea que unía este cúmulo con Delta Cassiopeiae, nos encontramos con Trumpler 1, un racimo de estrellas que contiene unas veinte de magnitudes 9,6 y superiores encerradas en un segmento celeste de 4,5' (el número total de componentes es de 112). Aunque el cúmulo tiene una magnitud global de 8,1 sigue siendo visible con prismáticos, aunque como es obvio no se distinguen las estrellas que componen dicho cúmulo.

Tres grandes y dispersos cúmulos son los últimos objetos de este recorrido de más de 30º a través de Casiopea de occidente a oriente. El primero con el que nos topamos es IC 1805, un brillante grupo formado por cuarenta estrellas esparcidas en un área de 22', y con una magnitud global de 7,9. Muy cerca, a algo más de un grado al noreste está NGC 1027, un rico y concentrado cúmulo de magnitud 6,7 y 20' de diámetro que está centrado alrededor de una estrella de 7ª magnitud. Pequeños telescopios son suficientes para desvelarnos la presencia de una docena de estrellas. Muy cerca también, 2º al este de IC1805 se halla otro cúmulo no tan grande pero igual de brillante y formado por menos estrellas, se trata de IC 1848. Ambos cúmulos del catálogo IC están rodeados por una nebulosidad sólo observable con telescopios profesionales.

Como habéis podido apreciar, Casiopea es una constelación rica en cúmulos abiertos y pobre en otro tipo de objetos. Aunque la observación de estos cúmulos es muy gratificante porque es como ver un oasis de brillantes sobre un fondo aterciopelado, su estudio más detallado (dibujo, cálculo de magnitudes, colores, etc.) es bastante tedioso y requiere no sólo de gran dosis de paciencia sino también de un telescopio dotado de un motor de seguimiento.