Observación con Prismáticos.
Una guía para el principiante. II Parte.

Por Javier Peña

Como os prometía, aquí tenéis la segunda parte de “observación con prismáticos” para que disfrutéis este verano observando auténticas joyas celestes.

La primera región del cielo que vamos a examinar, Scorpius (Escorpión en castellano), es una constelación zodiacal bastante meridional que conforma una  figura muy llamativa y similar al animal que representa. Junto a Orión es quizás la más espectacular, además de contener en su interior una de las zonas más ricas en objetos. Todo ello hace que esta constelación zodiacal no pasa desapercibida (raro ¿verdad?). Es cierto que su posición en el cielo es baja vista desde nuestra latitud, a pesar de ello destaca incluso sobre la misma Vía Láctea en la que está inmersa.

Estrellas.- Empecemos el recorrido por esta atractiva figura del hemisferio sur, (y con la suerte de que es visible desde nuestras latitudes). El Escorpión es una de las zonas celestes junto a Sagitario más atractiva para el observador. Su riqueza de estrellas y objetos de cielo profundo la hacen merecedora de una especial atención por parte de los aficionados que esperan ansiosamente el verano para deleitarse con objetos brillantes y accesibles.

Iniciamos el camino parándonos a observar detalladamente la estrella principal de la constelación que destaca por su gran brillo (mag. 1,03). Ya os debéis imaginar que me estoy refiriendo a Antares, una gigante roja de más de 400 millones de kilómetros de diámetro. Grande, ¿verdad?. Pues pensad que si el Sol lo reduciéramos al tamaño de un balón de fútbol, Antares superaría con creces el tamaño del Hemisferic. Su nombre quiere decir la Anti-Marte, apodo ganado por su característico color rojizo que la asimila al planeta. Sin embargo,  si os fijáis bien Antares es más rojo que Marte, circunstancia que se aprecia más cuando ambos astros están muy cerca uno del otro permitiendo la comparación directa.

La parte norte de la cabeza del Escorpión se compone de las estrellas Beta (b), Nu (n) y Omega (w) de magnitudes 2,5, 4,0 y 3,9. Todas ellas entran dentro del campo de un prismático. Nu está a su vez compuesta de dos estrellas muy fáciles de separar, una azulada y otra blanca. Sus magnitudes son 4,3 y 6,5, separadas por 40 segundos de arco. En realidad este par es su vez otro par, es decir, el conjunto lo forman cuatro estrellas, pero su baja magnitud y su pequeña separación (2") lo deja fuera del alcance de los prismáticos. También Omega es una estrella doble visual, tan fácil como Mizar y Alcor, con una distancia parecida (14') y magnitudes parecidas (3,9 y 4,3).

A ambos lados de Antares y a unos 2º de distancia nos encontramos con dos estrellas. Primero en dirección W se encuentra Sigma  s (2,9) y en dirección SW está Tau t (2,8). Ambas se nos antojan verdes en comparación con la roja Antares, pero en realidad son azules, del tipo B.

Viajando al Sur y hacia el Este nos encontramos con la majestuosa cola del Escorpión. Ésta forma en sí mismo un asterismo que muchos aficionados recorren con prismáticos y pequeños telescopios. Todo el conjunto esta formado por las estrellas G Scorpii (3,8), Lambda l (1,6) la segunda en brillo de la constelación, Upsilon u (2,7), Q Scorpii (4,3), Kappa k (2,4), Iota i (3,0) y Theta t (1,8). ¡ Un auténtico espectáculo estival a través de  x 7!.

Otras dobles de menos importancia y que son accesibles a x 7, se encuentran al SE de Antares en dirección a la cola. La primera con la que nos encontramos es Mu m (3.0 y 3.5) con una separación de casi 6’. Algunos autores la consideran un par físico, pero lo cierto es que ambas se encuentran a distancias muy diferentes (m1 a 826 a.l. y m2 a 518 a.l.). En el mismo campo del prismático, en dirección Sur, vemos a Zeta z (3,6 y 4,7 respectivamente) separadas casi 7'. Tampoco este par está relacionado físicamente. Estas dos dobles es los que se conoce como “dobles visuales”.

También son muchas las variables que se encuentran en Escorpión. Cabe destacar RR Scorpii, la más brillante. Es del tipo Mira con un periodo de 281 días. En su máximo puede llegar a la magnitud 5, pero en su mínimo cae a la 12, de modo que se necesitan grandes prismáticos para seguirla en todo momento.

Cielo Profundo.- La Vía Láctea es muy rica en la zona del Escorpión. Ahora estamos mirando hacia el interior de nuestra propia galaxia por eso vemos gran cantidad de cúmulos cerrados (globulares) y abiertos. El primero objeto al que podemos dirigir nuestra mirada es M80, un cúmulo globular situado a medio camino entre Beta y Antares. El 21 de mayo de 1860 apareció una nova en su interior – la llamada T Scorpii – que alcanzó la magnitud 7, es decir, brilló con la misma intensidad que el cúmulo (también de magnitud 7) que contiene unas 50.000 estrellas. Se le puede ver a través de x 7 como una mancha grisácea. Este enjambre estelar tiene un diámetro aparente de 9'. No es mucho, claro, pero tened en cuenta su distancia: 27.000 años luz. M80 es quizás uno de los cúmulos más antiguos.

Si bien M80 es un bello cúmulo, palidece si lo comparamos con M4, el más llamativo de todos los que se encuentran en la constelación del Escorpión. Se le encuentra fácil a 1º 20’ al WSW de Antares. Aunque su diámetro es enorme, 26' (casi ½ grado), apenas sí veremos unos 10' del cúmulo. Su magnitud (6ª) lo pone a tiro sin ayuda de instrumento óptico si la noche es clara y transparente. Claro que también está mucho más cerca, a 6.800 años luz.

Vistos los objetos de la cabeza del Escorpión, nos dirigimos hacia la cola donde también nos encontramos con interesantes objetos. Dentro del mismo campo que Zeta Scorpii (medio grado al norte) se nos presenta uno de los cúmulos abiertos mas bonitos de la constelación NGC 6231. Con una magnitud de 2,60 se extiende sobre un área de 15' lo que lo convierte en un cúmulo ideal para prismáticos potentes. También dentro del mismo campo podemos ver en el extremo Este a Eta (h) Scorpii  y algo más al Este todavía,  NGC 6322. Este cúmulo abierto de la magnitud 6 tiene un diámetro aparente de 10'. Está formado por una treintena de estrellas a 3.900 años luz, con una antigüedad de 10 millones de años.

Ya en la misma cola nos topamos con dos nuevos cúmulos Messier. Se trata de M7, un enjambre de unas 80 estrellas localizado a 728 años luz. Es muy fácil encontrarlo ya que es visible a simple vista (mag. 3,3). No obstante, si te cuesta encontrarlo parte de G Scorpii. El cúmulo está situado unos 2,5º al Norte de la estrella. Obsérvalo durante un buen rato y te convencerás de que es uno de los cúmulos abiertos más bonito del firmamento norte. En el mismo campo de un x 7 vemos M6 (unos 4º al Noroeste) y NGC 6416. El primero es un magnífico cúmulo de magnitud 4 situado a 1.900 años luz  y que es comúnmente conocido como el Cúmulo de la Mariposa por su estructura que asemeja a este insecto. Sólo 1º lo separa de NGC 6416, otro cúmulo abierto que palidece al lado del magnífico M6. Éste es de magnitud cercana a la 6 y tiene un diámetro aparente de 18'.

Pasemos a otra constelación, Sagittarius (Sagitario en castellano) la más meridional de las zodiacales y un auténtico baúl de joyas celestes. La forma de esta constelación es bastante compleja. Quizás por eso los americanos has seleccionado las estrellas más brillantes para crear el asterismo conocido como la “Tetera”. Lo cierto es que guste o no la comparación, de esta forma es fácil de identificar. Una de las curiosidades de Sagitario es que dentro de sus límites se encuentra el solsticio de invierno, el punto en el que se sitúa el Sol alrededor del 21 de diciembre. También en la Gran Nube de Sagitario se encuentra el centro galáctico.

Estrellas.- Empecemos el recorrido como es costumbre por sus estrellas más llamativas. Ninguna de ellas alcanza la primera magnitud, pero seis rebasan la tercera y más de noventa son visibles a simple vista. Entre las más brillantes destacan:  Epsilon e (1,8) la más brillante, Sigma s (2,0), Zeta z (2,6), Delta d (2,7), Lambda l (2,8), Pi p (3,0), Gamma g (3,0), Eta h (3,1), Phi s (3,2) y Tau t (3,3). ¿No echáis en falta algo? Pues sí, es cierto, faltan las letras griegas que en otras constelaciones marcarían las estrellas más brillantes, Alfa a y Beta b. En Sagitario están representadas por dos estrellas muy débiles (mag. 4). La razón de esa extraña situación es desconocida. Es posible que antiguamente estas dos estrellas brillases mucho más y merecieran los dos primeros puestos en la denominación de Bayer, pero puede ser también que los astrónomos se equivocaran al denominarlas.¿Quién sabe?. De las arriba mencionadas, Gamma, Lambda y Tau son naranjas. Lambda se encuentra en un campo estelar muy rico por lo que se hace imprescindible un recorrido con los prismáticos para saborear la zona.

¿Te apetece ver la variabilidad de una cefeida? Busca Gamma g Sagittarii y una vez localizada muévete uno 5º en dirección NW hasta encontrar una estrella de magnitud media 4,50. Se trata de 3 Sagittarii, una estrella variable amarilla situada a 1.078 años luz, también conocida como Cefeida X. Su variabilidad no es muy grande, sólo 0,8 magnitudes (entre la 4,8 y la 5,6) en siete días. Otra cefeida es W Sagittarii, casi a 1º al Norte de la estrella g. Sus magnitudes oscilan entre la 4,8 y la 6 en un periodo de 7 días y 14 horas.

Cielo Profundo.- Un recorrido con los prismáticos nos muestra un auténtico zoológico de objetos, a cual de ellos más bello. No en vano Sagitario es la constelación que más objetos Messier contiene. Precisamente por poseer tantos campos ricos de estrellas hace que en ocasiones sea difícil reconocer un objeto determinado. Pero con un buen mapa estelar y un poco de paciencia su observación dejará huella en ti.

Empecemos el viaje intentando en la medida de lo posible movernos de Oeste a Este y de Norte a Sur, y siempre utilizando una estrella de referencia para evitar confusiones. El primero objeto con el que tropezamos es M23, un enjambre de estrellas a unos 5º al NW de la estrella Mu m. Es muy brillante (mag. 5,5) pero hay que tener presente que se encuentra en medio de una zona riquísima de estrellas y dado que es bastante disperso, puede confundirnos. El cúmulo que se encuentra a 2.100 años luz está formado por 120 estrellas (como supones ya, no vemos todas con prismáticos) encerradas en un área de 25 minutos de arco. El espectáculo es soberbio. Dentro del mismo campo aparecen varios objetos. Si nos desplazamos al SW unos 3,5º nos encontramos con otro cúmulo NGC 6469 que si bien es bonito su comparación con M23 hace que pase sin pena ni gloria. Situado a 5.200 años luz y compuesto por unas 50 estrellas, éste no es nada fácil de localizar ya que también está inmerso en una zona rica de la Vía Láctea. Además, su 8ª magnitud nos obliga a verlo con x 10. Observando este cúmulo no podremos dejar de ver muy cerca de él (unos 2,5º al Este) varias nebulosidades. De Norte a Sur son: M21, M20 y M8. El objeto nº 21 del catálogo Messier es un bellísimo cúmulo abierto de 6ª magnitud que contiene unas setenta estrellas en un área de 13 minutos a 4.700 años luz. Es bastante joven pues se estima su edad en sólo 5 millones de años, más o menos coincidiendo con la aparición de los primeros homínidos en la Tierra. Unos 45' más al Sur está M20 más conocida como la Nebulosa Trífida, así la bautizó John Herschel al observar esas bandas oscuras que divide la nebulosa en tres sectores. A pesar de su espectacularidad, su bajo brillo superficial (mag. 9) la convierte en un objeto huidizo a los prismáticos. Se trata de una nebulosa tanto de emisión como de reflexión, filamentosa e irregular. Por último, bajo ella, a algo más de 1º (y a 6º por encima de g Sagittarii) la nebulosa por excelencia de Sagitario: M8, más conocida como la Laguna. Aunque su tamaño es de 90' x 40', nosotros solo apreciamos una pequeñísima parte de esta nebulosa de emisión filamentosa de 6ª magnitud. Su espectacular colorido no es apreciable más que con técnicas fotográficas, pero no por eso deja de ser hermosísima.

En los límites de Sagitario con Serpens, unos 5º al Noreste de Mu (m) Sagittarii se encuentra otra famosa nebulosa: M17 - Omega. Con una magnitud de 7 esta nebulosa es similar a las anteriores, es decir, se trata de una nube de emisión de color rojo (sólo en fotografías) que es iluminada por un cúmulo de estrellas. En el mismo campo de un x 7  podemos ver a la nebulosa en un extremo y la estrella m en el otro. Entre ambos está M18 y más al Este M25. El primero  es un cúmulo abierto de 9' de diámetro y magnitud 7 compuesto por una veintena de estrellas a 3.900 años luz de distancia. Unos 3,5º al SE está el otro enjambre estelar M25 de 5ª magnitud situado a 2.000 años luz. Es más fácil de observar con x 7 dado su gran tamaño (40') y además es más llamativo que su compañero M18. Otro curioso objeto se encuentra en el mismo campo. Se trata de M24, (1,5º al SW de M18) un campo rico de estrellas que en realidad no forma cúmulo, sino que es parte de la Vía Láctea.

Trasladémonos de nuevo a la estrella Gamma g. A casi 2,5º al NE se encuentra M22 el Gran Cúmulo Globular de Sagitario, así llamado en honor a su brillo (mag. 5) y tamaño (24') lo que facilita su observación con x 7. Si bien está entre los más grandes y luminosos, no es un cúmulo tan concentrado como el famoso M13 de Hércules, ni tan lejano (10.000 años luz). A pesar de ello, su aspecto muy blanquecino y granujiento hace de éste uno de los más bellos globulares del firmamento. En el otro extremo se encuentra M28, otro globular que se halla a 1º al NW de g. En comparación con M22 es más débil (mag. 7) y pequeño (11') aunque eso es lógico si tenemos en cuenta que está mucho más lejos (19.800 años luz). En cuanto a su estructura sólo resta decir que es bastante concentrado (4 en la escala de Shapely & Sawyer, una escala que va del 1 al 12 siendo el 1 el más concentrado y el 12 el más disperso).

Vayamos ahora más al Sur, hasta la estrella de magnitud 1,8 Epsilon e Sagittarii. Dejando a ésta en el extremo SW del campo de x 7,  buscaremos M69 que se encuentra 2,5º al NE. Es otro de los muchos globulares que contiene la rica constelación de Sagitario. Su magnitud es de 7,8 y su diámetro es la tercera parte de M22 (7'). Desde luego no se trata de un objeto muy vistoso, pero hemos detener en cuenta su enorme distancia: 33.500 años luz. Movámonos ahora 2,5º al Este para encontrarnos con otro globular M70. Su magnitud de 8 y su tamaño similar al anterior hace que necesitemos x 10 para verlo. Es también un cúmulo lejano: 35.200 años luz. Pero si de distancias hablamos el que se lleva el premio es M54 (3º al NE de M70) que se encuentra a ¡70.100 años luz! A pesar de su lontananza su brillo (mag. 7,7) es ligeramente superior a M70. ¡Que grandioso sería su visión si estuviese a la distancia de los cúmulos anteriores!. En cuanto a su estructura decir que es bastante más concentrado que los mencionados en este artículo (3 en la escala). Se hace necesario un x 10.

Para terminar con la larga lista de cúmulos globulares tenemos que ir bastante más lejos, a unos 10º al SE de M54. Allí nos encontramos con M55 de la 7ª magnitud y con un diámetro de 19'. Se encuentra a una distancia de 16.900 años luz. Su escasísima concentración (11 en la escala Shapely & Sawyer) y su situación tan baja con respecto al horizonte lo hace difícil de observar.

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