El reloj solar digital de Beniganim


per Josep Emili Arias
bella_trix@navegalia.com


Siempre hemos asociado los relojes digitales a los componentes electrónicos, pero existen otros relojes digitales de mayor simplicidad y carentes de cualquier pila contaminante. Un reloj solar digital donde los dígitos se encienden con la misma luz de nuestra estrella. El día 30 de julio de este año, en lo alto de l'Avinguda Nova de Beniganim, fue ensamblada la estructura de este reloj solar digital diseñado por el físico y matemático Joan Olivares. Este reloj solar, por su diseño espectacular, bien podría presidir cualquier Museo de la Ciencia, un parque tecnológico u otra institución científica. En su descripción, estas singulares esculturas, son una simbiosis entre la ciencia y el arte. Son un claro e indudable homenaje a ese afán y necesidad que el hombre ha sentido siempre por mesurar y precisar el tiempo y sus ciclos estacionales. Hoy, comprender la construcción de estos innovadores relojes solares es la mejor didáctica para familiarizarse con la astronomía, los solsticios, equinoccios, el ecuador celeste, la eclíptica..., en fin, la Tierra y sus tres movimientos. Estos relojes son, como muy bien definió su autor en una conferencia, "...esas matemáticas a la sombra". Pues detrás de estos ingenios hay todo un mundo de ángulos, trigonometría, álgebra, y sin olvidarnos, de esa ecuación del tiempo que nos recuerda que la rotación de la Tierra presenta ligeras variaciones de velocidad según en que meses del año nos encontremos.

Reloj de estructura ecuatorial

Aquí, en este reloj de estructura ecuatorial el papel de gnomón (segmento señalizador) lo acomete el mismo anillo digital de seis metros de diámetro que situado en posición paralela al ecuador terrestre, proyecta los dígitos iluminados sobre el pináculo o arista central donde se realiza la lectura horaria exacta. Esta arista inclinada transcurre en paralelo al eje de la Tierra, es decir, en dirección al Norte celeste o estrella Polar. Este reloj también posee calendario estacional, marcando solsticios y equinoccios. En la foto tomada el pasado 23 de septiembre, equinoccio de otoño para el hemisferio Norte, vemos como la sombra del anillo con sus dígitos iluminados se proyecta y se desliza entre las dos líneas o ranuras del equinoccio, marcadas en ambas caras del pináculo.


Nota: Aparte de establecerse otros convenios horarios (hora verano/invierno, ..), el hecho que en la fotografía coincidan idénticos minutos, tanto en la hora solar como en la hora civil, es una coincidencia intencionada, pues aunque Beniganim se sitúe a tan solo 28' (minutos) de longitud W de nuestro meridiano de referencia horaria (Greenwich), ya se aprecia entre estas dos formas horarias un ligero desfase de dos minutos.

Ese día, 23 de septiembre y concretamente a las 06:55 hora local, el Sol cortaba el plano del ecuador terrestre (el mismo plano en que se encuentra nuestro anillo digital) para luego empezar a bajar hacia el hemisferio Sur donde empezaba la primavera austral. En ese momento del equinoccio, el Sol, al quedar situado (aparentemente) en el mismo plano del ecuador terrestre ilumina por igual a los dos hemisferios Norte y Sur, consiguiéndose así, la equidad del día y la noche en todo el planeta (lat. oequi-noctiu).

La anécdota

Pasadas unas semanas después de haberse montado el reloj solar con su anillo digital, un ciudadano de Beniganim, que de seguro ya le había dado muchas vueltas al reloj, quiso despejar una de sus dudas, más fruto de su ignorancia que de la curiosidad, con una pregunta al mismísimo alcalde Sr. Llopis, diciéndole: "Si algún día se avería el reloj, ¿Por dónde se accede al interior de la plataforma donde está toda la maquinaria?". Y esta fue la primera respuesta en el pensamiento del Sr. Alcalde: "No sé que podría ser mejor, si pintar una pequeña puerta o empezar a impartir nociones de astronomía".

Joan Olivares Alfonso

Profesor de matemáticas en el IB de Albaida y reconocido escritor de narrativa, es uno de los más destacados diseñadores de relojes solares en el ámbito de la cuenca mediterránea. Cabe mencionar que el diseño del reloj de doble gnomón sobre cubos geométricos instalado en el Parque de Benisoda fue premiado en el Congreso Internacional de Gnomónica celebrado en Brescia (Italia) en 1999. El ingenio y la precisión de sus relojes definen y expresan la plasticidad del tiempo, ese lento pero implacable transcurrir de sombras y luces desprendidas de perfiles, ángulos y aristas. Hoy, Joan Olivares tiene construidos seis esculturales relojes de diferentes e innovadores diseños en parques y avenidas de diversas ciudades de la Comunidad Valenciana.

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Nº 39
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