Exobiología

Mensaje de Arecibo, ¿un grito en la soledad cósmica?

Por Josep Emili Arias

Bella_trix@vodafone.es


El próximo noviembre se cumplirán 30 años de la radioemisión del primer mensaje lanzado por el hombre al medio interestelar con la posibilidad de que alguna otra mentalidad extraterrestre, a pesar de la dificultad que pueda entrañar su descifrado, consiga entender nuestro primer saludo cósmico.

El 16 de noviembre de 1974 como ceremonia inaugural de la nueva ampliación de potencia del radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico), con un poder de radiotransmisión de 20 teravatios, fue lanzado un corto mensaje interestelar hacia el cúmulo globular de estrellas M13, a 23.000 años-luz, en el límite de nuestra galaxia. Algo así como nuestro primer saludo cósmico: " ¡Hola!, ¿hay alguien ahí fuera?". Pero resulta desesperante que nuestro mensaje esté limitado por la "lenta" velocidad de la onda electromagnética (299.792 km/s) donde un simple acuse de recibo por parte de una hipotética civilización inteligente que escuchase en esta misma frecuencia de 2380 MHz y en la dirección espacial a nuestro Sistema Solar, dicha contestación tardaría en llegarnos otros 23.000 años-luz, eso si no se degrada la señal con la distancia o la absorción por nube de gas interestelar. Establecer un Internet cósmico, en la posibilidad de que haya civilizaciones extraterrestres, presenta muchas dificultades. De ahí, que esta intentona en aliviar nuestra soledad cósmica triunfe más en el aspecto romántico que en el campo de la probabilística. Cabría también reflexionar sobre si los humanos estamos preparados para recibir y responder, sin miedos ni recelos, a un mensaje de inteligencia extraterrestre.

Foto 1.- Vista general del rediotelescopio de Arecibo (Puerto Rico).

 

De hecho, dirigentes políticos de la entonces administración de Gerald Ford no vieron con buenos ojos la emisión de este mensaje pues, según ellos, el darnos a conocer suponía dejar a nuestro planeta en una posición vulnerable.

Desde 1965 diversos autores han realizado estimaciones sobre el número de civilizaciones de inteligencia superior que pudiese albergar nuestra galaxia. Carl Sagan en 1966 las estimó en un millón, Frank Drake en 1980 propuso 100.000 y nuestro bioquímico Joan Oró, en 1999, tan solo 100 civilizaciones avanzadas. Son muchos los factores que determinarían la frecuencia con que la vida puede evolucionar hacia la inteligencia.

Más aún, cuando no existe ningún principio conocido de la materia que diga que ésta se tenga que organizar en forma de vida y posterior inteligencia.

Foto 2.- Amplicación de la zona central con la nueva intrumentación

 

Pero también conviene recordar que a principios de los años setenta el físico teórico en el campo de los agujeros negros, Brandon Carter, acuñaba el término Principio Antrópico por la notable coincidencia que hay entre la vida media de las estrellas y el tiempo necesario, en nuestro caso, para que la vida pueda evolucionar hasta formas más complejas e inteligentes.

Nuestro Sol, con una vida promedio de unos 10.000 millones de años, posibilita el doble de tiempo necesario para que la inteligencia haya surgido sobre la Tierra. Algo así como si el universo estuviese comprometido, con cierto empeño, en esa evolutiva eclosión de la bioquímica hacia la inteligencia. En palabras del físico de Princeton, Freeman Dyson, ‹‹De alguna manera, el universo sabía que nosotros íbamos a llegar››.

Hoy sabemos que en la Tierra, con unos mil millones de especies, la inteligencia superior se ha producido sólo en una ocasión. Esta probabilidad es de uno en mil millones.

Pero veámoslo también desde un punto de vista opuesto y más generoso, según Paul Horowitz, físico de Harvard: "En el único planeta en el que sabemos que hay vida ha surgido la inteligencia". Supone ya una propuesta de uno a uno. Por tanto es toda una osadía pensar que somos la conciencia única del universo.

Resulta bastante contradictorio que al mismo tiempo que lanzamos mensajes interestelares y ponemos nuestro afán en buscar cualquier radioseñal de inteligencia extraterrestre (programa SETI, META, Phoenix) exista en nuestro entorno más próximo unos seres, casi inteligentes, a los cuales además de esquilmarlos seguimos aún ignorando el código de su lenguaje, hablamos de los "cánticos" hidrofónicos que emiten las ballenas yubartas.

1679 bits en código binario
De entrada, un matemático extraterrestre apreciaría que el total de impulsos o bits del mensaje de Arecibo, 1679, es el producto único de dos números primos, 23 x 73, que a su vez configuran la matriz bidimensional del mensaje: 73 líneas de 23 bits (o caracteres) por cada línea. Esta señal está codificada en el más simple y lógico sistema binario de numeración, ceros y unos. Había que desterrar el antropocéntrico sistema decimal (de base 10) heredado del proceso evolutivo de los dedos de nuestras manos. Los humanos, en el universo, no somos modelo de nada.

Los "ceros" y los "unos" fueron transmitidos por desplazamiento de frecuencia con una cadencia de 10 bits por segundo.

La radioemisión de este mensaje no duró más de tres minutos emitiéndose en la frecuencia de 2380 MHz, con un ancho de banda de 10 Hz por corrección continua del Efecto Dopler, y con una potencia de salida de 3 billones de vatios (3x10^12).

Este mensaje consta de siete bloques esenciales de información.
En la fila superior y primer bloque de información se establece la convención para contar con la numeración de sistema binario.

Bloque de información 1. El sistema binario

 

La segunda fila (2 bloque) especifica el numero atómico de los 5 elementos de la química orgánica (H, C, N, O y P) que han favorecido la vida en la Tierra.

Bloque de información 2. Los elementos de la vida

 

En el tercer y mayor bloque aparece la información de los ladrillos básicos del ADN, las moléculas y bases de los nucleótidos nitrogenados (desoxirribosa-fosfato, adenina, tiamina, guanina, citosina) y que enlazan las dos hélices.

Bloque de informacion 3. Los ladrillos de la vida (ADN)

 

Luego, en el cuarto bloque viene representada la estructura helicoidal del ADN y, en su centro, el tamaño del genoma humano medido en nucleótidos totales de la molécula y expresado en línea vertical con un número binario de 32 bits (3.000 millones).

Bloque de información 4.- La doble helice de ADN

 

En el centro del quinto bloque se representa la figura de un ser humano y a su izquierda se especifica su altura promedio expresada como el producto del número binario 1110 (14 en sistema decimal) por la unidad de longitud de onda (en centímetros) de esta transmisión: 12,6 cm.

Bloque de información 5.- El ser humano

 

Por tanto nuestra altura estándar de 176 cm es 14 veces la longitud de onda de este mensaje. A la derecha de la figura humana se expresa en número binario el equivalente a la población humana estimada en 4.000 millones de personas en el año de la emisión.

El sexto bloque es una gráfica representación de nuestro Sistema Solar con sus nueve planetas y en donde la Tierra difiere y desentona con la serie alineada de los planetas, como queriendo insistir: "Vivimos en el tercer planeta, desde aquí lanzamos el mensaje".

Bloque de información 6.- El sistema solar.

 

En el séptimo bloque se da en numeración binaria las descomunales dimensiones del radiotelescopio de Arecibo, el mayor y más potente radioemisor de la Tierra. Sin duda, Arecibo representa nuestra voz y nuestro oído en la profundidad del cosmos. Puede que ninguna ente inteligente descodifique este mensaje diseñado por el equipo del National Astronomy and Ionosphere Center (Universidad de Cornell) y dirigido por el astrónomo Frank Drake, quizás haya civilizaciones muy avanzadas que utilicen otros sistemas de comunicar mensajes, e incluso que superen la velocidad finita de la luz, y tengan bien guardados sus arcaicos radiotelescopios en sus museos de ciencia.

Bloque de información 7.- El emisor

 

No obstante siempre nos quedará el sugestivo pensamiento de que en algún sistema planetario del cúmulo estelar M13 haya un ser inteligente, muy distinto a nosotros, que en su cielo nocturno esté contemplando distraídamente una insignificante estrella a la que nosotros llamamos Sol y acaricie, sólo por un momento, una misma y atrevida especulación.

 

FUENTES WEB:
www.fourmilab.ch/goldberg/arecibo_decoded.html
(descodificación del mensaje de Arecibo)
www.alcielosite.com.ar/eventos/arecibo-nc.htm
www.aunmas.com/ciencia/ciencia_020.htm

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